2. Entornos Personales de Aprendizaje (PLE)

Si atendemos a algunas de las definiciones más conocidas que se han propuesto en los últimos años, diríamos que los entornos personales de aprendizaje (que conocemos por sus siglas en inglés PLE, de Personal Learning Environment), son el entramado de herramientas, fuentes de información, conexiones, actividades, mecanismos cognitivos y estrategias meta-cognitivas, que pone en marcha cada persona de forma asidua para aprender (Adell y Castañeda, 2010Castañeda y Adell, 2013).

Eso significa que todas las personas tenemos uno, seamos profesores, alumnos… todos los que estamos en proceso de aprender (que somos todos) tenemos un entorno personal de aprendizaje, lo sepamos o no. Y este incluye todos los procesos que ponemos en marcha para aprender, incluyendo todas las herramientas que usamos para ponerlos en marcha y para enriquecerlos, así como las conexiones y la forma en que sus acciones se organizan en nuestra ecología del aprendizaje. No en vano algunos autores dicen que el entorno personal de aprendizaje es la materialización de la ecología de aprendizaje de las personas.

Es decir, siempre hemos tenido un PLE, pero, en estos tiempos donde la tecnología nos ofrece una enorme cantidad de información, conexiones y posibilidades de adquirir información y gestionar conocimiento, comprender cómo el entorno personal de aprendizaje funciona y cómo las estrategias metacognitivas se ponen en marcha para enriquecer ese PLE es más relevante que nunca. Además, algunas de esas mismas herramientas que nacieron en la Web 2.0 y han evolucionado hacia la Web 3.0 nos permiten gestionar esa ingente cantidad de recursos y conexiones, reconducirlos para formar parte de nuestro flujo de conocimiento y de aprendizaje de manera idónea en cada uno de nuestros casos y para cada una de nuestras necesidades.