2. Los centros educativos como organizaciones que aprenden

George Attwell y Serge Ravet planteaban en 2007 un nuevo concepto, el de los Entornos Personales y Organizativos de Aprendizaje, con la idea de conectar lo individual con lo colectivo, de visibilizar la importancia de los aprendizajes de los miembros de una organización en el contexto del aprendizaje de la propia organización. Porque según Attwell y Ravet:

las organizaciones, como los individuos, aprenden a través de la reflexión sobre su propia práctica, su investigación colaborativa y sus redes de conocimiento.

Evidentemente, las organizaciones son algo más que las personas que las conforman. Además de las características propias de las organizaciones, debemos tener en cuenta las relaciones que se generan entre sus miembros. Si las organizaciones competentes son aquellas que realmente tienen el aprendizaje como uno de sus rasgos definitorios, el cambio que propone el Marco DigCompOrg nos invita a situarnos ante las organizaciones escolares como organizaciones que aprenden y a poner el foco en el aprendizaje organizativo.

Nancy Dixon (página en inglés) se refiere al aprendizaje organizativo como:

al uso intencionado de procesos de aprendizaje a escala individual, grupal o sistémica para transformar continuamente a la organización en una dirección que satisfaga cada vez más a las personas interesadas en ella.

También podemos verlo como proceso de mejora de los procesos de decisión y las acciones consiguientes, gracias a una mejor comprensión de la situación. En cualquier caso, el aprendizaje organizativo supone cambios estratégicos que dan lugar a cambios en las formas de proceder, las cuales, a menudo, colisionan con la cultura de la organización, pero mejoran la adaptación de la misma a su entorno.

Asimismo, según Antonio Bolívar, catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Granada, una organización que aprende

es aquella que tiene una competencia nueva, que le capacita para -aprendiendo colegiadamente de la experiencia pasada y presente- procesar la información, corregir errores y resolver sus problemas de un modo creativo o transformador, y no meramente de modo acumulativo o reproductivo

Desde hace ya tiempo, tenemos claro que un docente siempre es mejor docente en tanto que no deja de aprender. Es decir, en tanto que es un profesional en permanente situación de mejora. También tenemos claro que una  escuela es mejor en tanto que aprende y se convierte en una organización inteligente que busca la mejora de la experiencia de aprendizaje de su alumnado. Esto se consigue, en parte, a través de un desarrollo profesional docente más personalizado, continuo y comprensivo: es decir, todo lo que representa un desarrollo profesional docente apoyado y enriquecido por la tecnología.