Los apoyos visuales pueden ser una buena opción a la hora de intentar proporcionar múltiples formas de representación y activar así las redes de reconocimiento.
En las siguientes hojas puedes encontrar algunos ejemplos de cómo usar algunas herramientas:
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Los apoyos visuales permiten transformar la información verbal en información visual. Estos pueden ayudar a proporcionar diferentes rutas de representación y con ello activar las redes de reconocimiento.
Algunas personas pueden beneficiarse especialmente de los apoyos visuales. Muchas personas con TEA u otros trastornos que implican dificultades en la comunicación (síndrome de Down, sordera, hipoacusia, trastornos del lenguaje, trastornos del procesamiento sensorial, etc.) poseen una ruta de aprendizaje preferentemente visual, por lo que, en estos casos, es esencial apoyar los aprendizajes a través de recursos visuales.
Los apoyos visuales deben ser individualizados, es decir, deben adecuarse a las características de cada persona, garantizando la máxima comprensión de la información que se pretende trasmitir. Pueden basarse en objetos reales, pictogramas, fotografías, gestos, letra escrita, o cualquier estímulo que ofrezca información a través del canal visual; por ejemplo, las luces de un semáforo.
Siguiendo a Anabel Cornago en su blog: El sonido de la hierba al crecer, algunos tipos de apoyos visuales son: